lunes, 8 de junio de 2009

Ya no hay ni lagrimas


Es difícil describir lo que se siente después de una derrota como la de ayer, sentir que ya ni el orgullo basta como bandera para no ser últimos, que las lagrimas de los pocos que sienten vergüenza en la cancha es una postal ya conocida, que el “cuajo” de los dirigentes al momento de sacar el cuerpo es ya una cultura en nuestros país y que la incapacidad del técnico para afrontar los partidos, resulta casi insultante para los pocos que sabemos algo sobre este deporte.

Que siempre hay uno que se salva al final de cada proceso, esta vez el “Loco” Vargas es el líder natural de un grupo que esta mas pensando en que esto acabe que en cambiar la realidad, y que ayer nos dio una alegría momentánea a traves de dos tiros libres: un gol y un palo, que el “Depredador” Guerrero se peleo hasta consigo mismo en vez de luchar en la cancha contra el rival. Que Zambrano no puede dejarse quitar la pelota tan inocentemente para el primero de los ecuatorianos, que no puede jugarse con línea de 3 con un solo entrenamiento, que el segundo gol vino por los eternos centros cruzados.

Que no hay esquema definido ni equipo, que la táctica fija paso a ser un argumento único en lugar de una variante de juego, que “Chemo” recibió el cargo como premio a su amistad con Pizarro, que por meritos propios, que llego a un sitio donde llegan generalmente los técnicos que queman etapas dentro de la carrera de ser un DT prestigioso. Que la desfachatez de sus declaraciones al decir “que se ira enriquecido como técnico, con esta experiencia en la Selección” solo demuestran que el puesto no tenia siquiera su talla para enfundarse el buzo.

Que no tiene los pies puestos en la tierra, no aceptar que a pesar de la calidad de jugadores que podamos tener, no dejamos de ser un equipo chico y que tenemos que jugar como tales. Que no se supo rodear de gente idónea para su comando técnico, que los errores de siempre son los que originan todo esto, desde las sensaciones hasta las palabras. Que no hemos tenido un equipo base, a pesar de haberse convocado en todo el proceso más de 70 jugadores, que no tuvo llegada con los jugadores para comprometerlos en el objetivo.

Que los dirigentes con Burga a la cabeza son responsables de todo esto, a pesar de la frescura que tiene para zafar cuerpo cuando las cosas queman, que no quieren cambiar esta situación, que solo piensan en cambiar su estatus de vida. Que la prensa también tiene su grado de responsabilidad con el blindaje nada gratuito brindado al nefasto Presidente de la FPF, que ni el amor a la camiseta ni el chauvinismo provincial antes de los partidos nos asegura algo, que la afición es muy tibia y por eso no somos respetados, que para los rivales venir a jugar a Lima es muy cómodo.

Que la gente que va al estadio no termina de entender que esta viendo un partido de futbol y no una obra de teatro, que veo futbol desde los 9 años y es la primera vez que digo estas cosas, que nunca llore por una eliminación, porque ya es una costumbre, que parece que esto no lo cambia nadie, que si se van todos el ultimo en salir tendrá que apagar la luz; aunque eso parece que ya paso hace rato y nadie se dio cuenta.

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